martes, 2 de abril de 2013

El decálogo del buen cafetero


El decálogo del buen cafetero. Si quiere disfrutar del mejor cafe  siempre, correctamente infundido y con todas sus propiedades organolépticas intactas, lea con atención estos consejos cuyo cumplimiento le asegurará el éxito en la preparación de un buen cafe.

En general, se suele decir que quien quiera un cafe fuerte, tomará cafe ro
busta.
Quien prefiera aroma, se decantará por un cafe arabica suave.
Quien le guste el amargor se decantará por un cafe arabica suave.
Quien le guste el amargor y la negrura, preferirá el cafe torrefacto.
A continuación, les ofrecemos estos consejos para preparar un buen café.

  Consumir cafes arabicas o principalmente arábicas en su composición en el caso de blends, con la consiguiente disminución de cafeína en la taza.

Utilizar molinos de muelas y no de aspas, ya que en estos últimos, la molienda no es homogénea y suelen quemar el cafe.
Utilizar agua mineral o filtrada, eliminando sabores extraños y cal.
Preparar sólo la cantidad necesaria, ya que a los 30 minutos el cafe pierde casi todos sus aromas.
Nunca servirlo recalentado.
Precalentar las tazas para que se mantenga por más tiempo la temperatua y crema del café.
El café ha de servirse en tazas de porcelana, gres o barro, que son los materiales que mejor y por más tiempo guardan el calor.

10º Elija una buena compañía para tomarlo y buén provecho.


El café exprés o espresso, el habitual de bares y cafeterías, es el preparado para ser consumido al instante. En cuatro "M" se resumen las reglas de hacer un buen espresso: Mezcla (ha de estar compuesta solo por café arábica, que garantice un sabor armonioso), Molinillo dosificador (la dosis exacta por taza es de 6-7 gramos), Máquina (ha de garantizar los requisitos de presión y temperatura del agua) y Mano (es el factor humano, la habilidad para hacerlo bien).  

No hay comentarios:

Publicar un comentario